El desarrollo de nuestra especie tiene lugar durante el Cuaternario, que es la última gran división cronológica de la Tierra, de hecho todavía nos encontramos en él.
Podemos decir que nuestra evolución desde los primeros simios ocurre en un breve espacio de tiempo comparado con todo el ciclo de formación de la Tierra.
El Cuaternario se divide en 2 series en la escala cronoestratigráfica:
- Pleistoceno
- Holoceno
Finalizado el último período frío del Pleistoceno, conocido como Younger Dryas o Dryas Reciente, aparece el Holoceno, desde 11.784 años hasta la actualidad y con él, el Óptimo Climático, se suavizan las temperaturas a la vez que sube el nivel del mar debido al deshielo de los casquetes polares, quedando grandes llanuras anegadas para siempre. Esta serie de acontecimientos como la desaparición de los grandes mamíferos, fue el desafío al que tuvieron que enfrentarse los primeros HAM, Hombres Anatómicamente Modernos o Homo Sapiens, teniendo en el horizonte la posterior revolución Neolítica.
Como hemos comentado la evolución del Ser Humano ha ido en paralelo a las convulsiones tanto climáticas como cronoestratigráficas producidas en la Tierra.
Este largo período anterior a nuestra historia se divide en 3 etapas claras, Palelítico, Neolítico y Edad de los Metales. Si bien actualmente podríamos añadir un Epipaleolítico y Mesolítico.
La aparición del Homo Habilis con sus útiles tallados sobre cantos rodados, englobados en la cultura Olduvayense o Modo 1, dan inicio al Palelítico que finalizará con las industrias laminares y el arte rupestre del Homo Sapiens.
Las tradiciones de las últimas industrias paleolíticas perdurarían en vida de los epipaleolíticos, ya entrados en el Holoceno, y los mesolíticos, ya alejados de éstos últimos, culturalmente, comenzarán un proceso de sedentarización ya imparable con la finalidad de rentabilizar los recursos, no olvidando el modo de vida cazador-recolector.
Todo este proceso culminará en Oriente Próximo hace 7.000 años, con el Neolítico y con él aparecerán la agricultura, la ganadería, la cerámica y la complejidad social.
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